Denominamos romancero viejo al conjunto de romances que se cantaban a finales de la Edad Media. Los encontramos escritos a partir del siglo XV y, sobre todo, en el XVI. Estos romances los encontramos agrupados en colecciones formadas exclusivamente por romances, los llamados romanceros, pero también los encontramos en pliegos sueltos. Los pliegos sueltos eran cuadernillos de cuatro hojas que se vendían a bajo precio [...]
El romancero tradicional
Es una de las manifestaciones más importantes de la poesía folklórica hispánica. Nace en la Edad Media. La pujanza del género y su aceptación son tan fuertes, que los romances se tradicionalizan y perduran hasta nuestros días, cubriendo todo el territorio peninsular e hispanoamericano: sigue vivo también en diversas comunidades de origen español, como los judíos sefardíes de todo el mundo y los mexicanos establecidos en el sur de Estados Unidos.
De acuerdo don el momento histórico en el que se recogen y publican los textos, el Romancero tradicional se divide en Romancero viejo (textos recogidos o publicados en los siglos XV, XVI y parte del XVII) y Romancero de tradicion oral moderna (textos recogidos en los siglos XIX y XX)
Textos del libro EL ROMANCERO VIEJO.
Edición de Mercedes Díaz Roig.
Editorial CATEDRA (letras hispánicas).
Decimoctava edición revisada ,1995
Conocemos el Romancero viejo sólo por los textos escritos, sin embargo, de las manifestaciones del Romancero de tradición oral moderna apenas tenemos textos escritos, la gran mayoría son orales.
En el Renacimiento, en los siglos XV y XVI hubo un gran interés social por los romances que más tarde también se daría en el siglo XIX. La literatura del renacimiento y el pensamiento humanista miran hacia la literatura popular por su espontaneidad y por las características de naturalidad primitiva. Así reivindican el carácter sensible de los villancicos castellanos y los romances, por su sensibilidad, conocimiento e imaginación.
En la corte del Renacimiento se empieza a valorar el arte de los juglares por su sencillez letrística y melódica. En la segunda mitad del siglo XV, el romance llega a la corte Castellana donde lo cultivan músicos y poetas, poniendo así de moda lo que la gente venía cantando desde hacía mucho tiempo. Despierta un enorme interés por el Romancero tradicional. Se publican en cancioneros y pliegos sueltos y, de esta manera, han llegado hasta nosotros.



Los romances en pliegos sueltos aparecen a finales del siglo XV, Los pliegos sueltos son cuadernillos de ocho a treinta y dos páginas que se vendían muy baratos. Se conservan muy pocos, apenas unos cien, aunque se publicaron millares. Más tarde aparecieron los Cancioneros, que eran libros que recopilaban un gran número de romances y otras composiciones. El primero que encontramos dedicado exclusivamente a romances es el de Martín Nucio, impreso en Amberes hacia 1547.
En el siglo XIX, con el Romanticismo, el romance vuelve a cobrear interés e importancia debido al interés de este movimiento por la poesía popular.
Clasificación
Los romances históricos se dividen en dos grupos :
- Los noticieros : que a su vez se agrupan en
- Fronterizos
- Históricos varios
- Los Histórico-épicos: que se agrupan en
- Caballerescos
- Novelescos
Aquí tienes algunos ejemplos:
Romance Histórico Noticiero fronterizo
ROMANCE DE ABENÁMAR
—¡Abenámar, Abenámar, moro de la morería,
el día que tú naciste grandes señales había!
Estaba la mar en calma, la luna estaba crecida,
moro que en tal signo nace no debe decir mentira.
Allí respondiera el moro, bien oiréis lo que diría:
—Yo te lo diré, señor, aunque me cueste la vida,
porque soy hijo de un moro y una cristiana cautiva;
siendo yo niño y muchacho mi madre me lo decía
que mentira no dijese, que era grande villanía:
por tanto, pregunta, rey, que la verdad te diría.
—Yo te agradezco, Abenámar, aquesa tu cortesía.
¿Qué castillos son aquéllos? ¡Altos son y relucían!
—El Alhambra era, señor, y la otra la mezquita,
los otros los Alixares, labrados a maravilla.
El moro que los labraba cien doblas ganaba al día,
y el día que no los labra, otras tantas se perdía.
El otro es Generalife, huerta que par no tenía;
el otro Torres Bermejas, castillo de gran valía.
Allí habló el rey don Juan, bien oiréis lo que decía:
—Si tú quisieses, Granada, contigo me casaría;
daréte en arras y dote a Córdoba y a Sevilla.
—Casada soy, rey don Juan, casada soy, que no viuda;
el moro que a mí me tiene muy grande bien me quería.
Romance Histórico (varios)
Romance del rey de Aragón
Romance histórico-épico cavalleresco
Aquí os dejo algunas muestras de interpretación de romances. En el caso de los interpretados por Joaquín Díaz son fruto de un trabajo de campo. Por lo tanto, la melodía es fiel a la que recogió de los hombres y mujeres que la cantaron. En los demás casos, encontramos romances musicados al sentir del intérprete.
Romance Histórico Noticiero fronterizo
ROMANCE DE ABENÁMAR
—¡Abenámar, Abenámar, moro de la morería,
el día que tú naciste grandes señales había!
Estaba la mar en calma, la luna estaba crecida,
moro que en tal signo nace no debe decir mentira.
Allí respondiera el moro, bien oiréis lo que diría:
—Yo te lo diré, señor, aunque me cueste la vida,
porque soy hijo de un moro y una cristiana cautiva;
siendo yo niño y muchacho mi madre me lo decía
que mentira no dijese, que era grande villanía:
por tanto, pregunta, rey, que la verdad te diría.
—Yo te agradezco, Abenámar, aquesa tu cortesía.
¿Qué castillos son aquéllos? ¡Altos son y relucían!
—El Alhambra era, señor, y la otra la mezquita,
los otros los Alixares, labrados a maravilla.
El moro que los labraba cien doblas ganaba al día,
y el día que no los labra, otras tantas se perdía.
El otro es Generalife, huerta que par no tenía;
el otro Torres Bermejas, castillo de gran valía.
Allí habló el rey don Juan, bien oiréis lo que decía:
—Si tú quisieses, Granada, contigo me casaría;
daréte en arras y dote a Córdoba y a Sevilla.
—Casada soy, rey don Juan, casada soy, que no viuda;
el moro que a mí me tiene muy grande bien me quería.
Romance Histórico (varios)
Romance del rey de Aragón
Miraba de Campo-Viejo
el rey de Aragón un día,
miraba la mar de España
cómo menguaba y crecía;
miraba naos y galeras,
unas van y otras venían:
unas venían de armada,
otras de mercadería;
unas van la vía de Flandes,
otras la de Lombardía;
esas que vienen de guerra
¡oh, cuán bien le parecían!
Miraba la gran ciudad
que Nápoles se decía,
miraba los tres castillos
que la gran ciudad tenía:
Castel Novo y Capuana,
Santelmo, que relucía,
aqueste relumbra entre ellos
como el sol de mediodía.
Lloraba de los sus ojos,
de la su boca decía:
-¡Oh ciudad, cuánto me cuestas
por la gran desdicha mía!
Cuéstasme duques y condes,
hombres de muy gran valía,
cuéstasme un tal hermano,
que por hijo le tenía;
de esotra gente menuda
cuento ni par no tenía;
cuéstame ventidós años,
los mejores de mi vida,
que en ti me nacieron barbas,
y en ti las encanecía.
el rey de Aragón un día,
miraba la mar de España
cómo menguaba y crecía;
miraba naos y galeras,
unas van y otras venían:
unas venían de armada,
otras de mercadería;
unas van la vía de Flandes,
otras la de Lombardía;
esas que vienen de guerra
¡oh, cuán bien le parecían!
Miraba la gran ciudad
que Nápoles se decía,
miraba los tres castillos
que la gran ciudad tenía:
Castel Novo y Capuana,
Santelmo, que relucía,
aqueste relumbra entre ellos
como el sol de mediodía.
Lloraba de los sus ojos,
de la su boca decía:
-¡Oh ciudad, cuánto me cuestas
por la gran desdicha mía!
Cuéstasme duques y condes,
hombres de muy gran valía,
cuéstasme un tal hermano,
que por hijo le tenía;
de esotra gente menuda
cuento ni par no tenía;
cuéstame ventidós años,
los mejores de mi vida,
que en ti me nacieron barbas,
y en ti las encanecía.
Aquí os dejo algunas muestras de interpretación de romances. En el caso de los interpretados por Joaquín Díaz son fruto de un trabajo de campo. Por lo tanto, la melodía es fiel a la que recogió de los hombres y mujeres que la cantaron. En los demás casos, encontramos romances musicados al sentir del intérprete.
ROMANCES INTERPETADOS POR JOAQUÍN DÍAZ
Romances históricos-épicos
Romances de la tradición oral moderna
ROMANCES INTERPRETADOS POR OTROS INTÉRPRETES
ROMANCE DEL PRISIONERO por Amancio Prada
ROMANCE DEL CONDE ARNALDOS por Amancio Prada
ROMANCE DEL CONDE NIÑO por Paco Ibáñez
ROMANCE DEL PASTOR DESESPERADO por Paco Ibánez
PASEÁBASE EL REY MORO por Luys de Narváez
ROMANCE DEL PRISIONERO por Amancio Prada
ROMANCE DEL CONDE ARNALDOS por Amancio Prada
ROMANCE DEL CONDE NIÑO por Paco Ibáñez
ROMANCE DEL PASTOR DESESPERADO por Paco Ibánez
PASEÁBASE EL REY MORO por Luys de Narváez